“Alerta de salud mental para niños; 332 millones en riesgo debido al confinamiento por COVID-19: UNICEF”

 “Alerta de salud mental para niños; 332 millones en riesgo debido al confinamiento por COVID-19: UNICEF”

4 minutos de lectura

8 marzo 2021

por Corinna Acosta



 

 

 PANDEMIA Y SALUD MENTAL INFANTIL

Una de las tantas consecuencias que ha dejado esta pandemia son los efectos negativos que se han presentado en la salud mental no solo de los colombianos, si no de todas las personas del mundo entero. Lamentablemente, Los cambios repentinos y drásticos que se tuvieron que tomar a causa del coronavirus y el confinamiento, hicieron que la parte mental de la población infantil y juvenil se afectara considerablemente.

En cuanto al nivel educativo en tiempo del COVID-19, ni gobierno, ni docentes ni padres de familia estaban preparados para una educación virtual. El no poder asistir a clases presenciales de la noche a la mañana, el no tener contacto con profesores y compañeros, el no poder disfrutar de actividades sociales y deportivas, niños y jóvenes presentaron sentimientos de aislamiento, ansiedad, soledad, el temor de no saber cuándo volverán a la normalidad hace que la parte mental se afecte más.

La situación de la población de escasos recursos es sumamente preocupante, el no tener los medios adecuados como un computador o un celular, el no contar con acceso a internet para continuar los estudios de forma virtual, hicieron que muchos niños dejaran sus actividades escolares a un lado. Afectando así su diario vivir y su progreso en conocimientos.

Otro factor que no ha afectado el desarrollo de niños y jóvenes es el hecho de que Muchos padres por la incertidumbre y falta de conocimientos sobre la educación virtual, prefirieron retirarlos de colegios y universidades; unos pensaban que no era rentable seguir pagando mensualidades por una educación de esta forma, otros se vieron obligados a retirarlos por quedarse sin empleo y sin fuente de ingresos; En casos como estos, Se priorizó más los deseos de padres que los efectos negativos en la parte mental que podrían llegar a padecer la población infantil y juvenil.

No se debe dejar de lado la situación preocupante de los niños más pequeños, son personas que por sus edades deben contar con un constante proceso de aprendizaje. La mayoría de ellos vinieron interrumpidas sus actividades de un momento a otro por el COVID-19, el no poder compartir con otros niños y el no continuar con sus clases afectaron significativamente la parte de lenguaje y motricidad.

Dejando la parte educativa a un lado, hago referencia a otro grupo de la población infantil y juvenil que han presentado alerta en la salud mental a causa del confinamiento; este grupo hace referencia a los niños que desafortunadamente conviven diariamente con personas agresivas y abusadoras durante tantos meses y que han sido víctimas de abusos, maltratos, abandonos.

Por este tiempo se ha notado un aumentado significativo de estos casos; Chicos que, por sus condiciones, falta de apoyo y ayuda sufren en silencio, con temor a hablar y delatar a sus maltratadores o abusadores. Estas víctimas presentan cambios en su personalidad; se ha observado que esos niños son más irritables, depresivos, sufren trastornos de sueño y alimentación, se han vuelto tan vulnerables que llegan a quitarse la vida, por eso lamentablemente el aumento de intentos de   suicidios y suicidios consumados en nuestro país durante el periodo del COVID-19.

En Colombia la salud mental infantil y juvenil es más compleja y preocupante en este momento de pandemia, al aumento en la deserción escolar, los acrecentamientos tan grandes en temas de violencia intrafamiliar e infantil y suicidios, se le suma el incremento del consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas en adolescentes.

Quiero terminar con unas palabras esperanzadoras de una especialista de UNICEF.

Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, dice que esta población de niños corre el riesgo de que sus necesidades de salud mental se pasen por alto por completo y ante tanta creciente de necesidades, este organismo ha ofrecido apoyos a los gobiernos para que den prioridad a los servicios de todos los menores.

Finalmente, Henrietta Fore afirma:

Si antes de la pandemia de COVID-19 no éramos plenamente conscientes de la urgencia, seguro que ahora sí lo somos. Los países deben invertir drásticamente en la ampliación de los servicios de salud mental y en el apoyo a los jóvenes y a sus cuidadores en las comunidades y las escuelas. También necesitamos ampliar los programas de crianza para garantizar que los niños de familias vulnerables reciban el apoyo y la protección que necesitan en casa”.

 

Abrevio

Pienso que la salud mental infantil y juvenil de toda la esfera terrestre se ha visto afectada enormemente desde que llegó el COVID-19. Los niños y jóvenes vivimos ante mucha presión, nos cambió la vida en un abrir y cerrar de ojos, nos encerraron y perdimos nuestra libertad, muchos de nosotros perdimos seres queridos a causa del coronavirus, el miedo a salir de casa y contraer el virus se apoderó de todos, hasta nos negaron la posibilidad de respirar el aire libremente. Añoramos las aulas de clases, ver a nuestros profesores y compañeros y extrañamos enormemente las reuniones familiares, entre muchas cosas.  El encierro nos ha dado tiempo para valorar más las pequeñas cosas que tenemos a nuestro alrededor, pero ya es tiempo de volver a todo lo que nos hace falta para sentirnos bien mental y físicamente.

Los gobiernos de todo el mundo, han estado en una lucha constante por ganarle la batalla al COVID-19 desde el momento en que apareció, las medidas que tomaron fueron extremas pero necesarias, unas personas estuvieron a favor de ellas, otras no.

En Colombia nuestro gobierno  junto a los ministerios de educación y salud, con la ayuda de la asociación de salud mental de Colombia, psicólogos y psiquiatras infantiles, han trabajado duro para buscar soluciones rápidas que hagan que  nuestra salud mental mejore, donde los niños y jóvenes podamos retomar  la normalidad de nuestras vidas,  volver a las clases presenciales, podamos participar de más actividades fuera de casa y que nos ayude a integrarnos nuevamente a la sociedad, de una u otra forma esas actividades son  terapias vitales que nos ayudan a mejorar nuestra parte mental.

Ahora le sumamos a todo esto, el programa de vacunación que ya inició en nuestro país y que ayudará a mitigar la propagación del COVID-19 tenemos esperanza de que pronto acabe esto, los días grises pasen y podamos volver de una forma más responsable a nuestra cotidianidad.

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